Incrústame con odio
todo tu resentimiento,
mientras descanso como
un niño acurrucado a tu pecho
¡Vamos! ¡No lo
dudes!
Trátame como el
perro al hueso
y muerde hondo en mi
herida
¡Hazlo! ¡No quiero
tu piedad!
¡Apresúrate!
Inmola al cordero.